CAMBIEMOS EL
SISTEMA Y DEFENDAMOS NUESTROS TERRITORIOS, LA VIDA Y LA MADRE TIERRA,
CONSTRUYENDO EL BUEN VIVIR
Celendín, 25 de octubre de 2014
Reunidos
del 23 al 25 de octubre líderes sociales, hombres y mujeres, rondas campesinas
y urbanas, frentes de defensa ambiental, representantes de los pueblos
indígenas, organizaciones campesinas, activistas y autoridades de todo el país
en Celendín para analizar los impactos del capitalismo extractivista y el
cambio climático en nuestros territorios, fortaleciendo nuestras luchas y
propuestas frente a ello.
Consideramos
que el cambio climático es la manifestación más visible de la violencia y
enormes daños generados por el modelo capitalista extractivista y patriarcal
que ha depredado la Madre Tierra, vulnerando de manera sistemática nuestros
derechos individuales y colectivos, generando desigualdades sociales y
discriminaciones enormes, poniendo en peligro el futuro de la humanidad y
agravando los riesgos a nuestra salud. Por lo tanto, la única respuesta viable
al cambio climático es el cambio de fondo de este sistema.
En
el Perú, traicionando sus promesas, el gobierno de Ollanta Humala está
profundizando las políticas de despojo de nuestros territorios, promoviendo la
explotación sin límites de nuestros bienes comunes o recursos naturales, y
profundizando la criminalización de la protesta y la represión. Las últimas
reformas propuestas en el paquetazo antiambiental del ministro Castilla
desmantelan la poca regulación ambiental y protección de los territorios que se
había conseguido avanzar en el país.
Frente
a ello, planteamos:
La
necesidad urgente de fortalecer e impulsar el buen vivir para nuestros pueblos
en el Perú, mediante el fortalecimiento de la producción sostenible, las
economías locales, la asociatividad y el cuidado de los bienes comunes, como
alternativa al extractivismo, para hacer
frente al cambio climático y construir una sociedad realmente justa y
democrática. Para ello es necesario seguir defendiendo la Madre Tierra y
nuestros territorios, nuestro derecho a la salud, para que seamos los pueblos
los que decidamos sobre nuestro destino y para que podamos recuperar la armonía
entre la economía, la sociedad y la naturaleza. Por ello, mantenemos nuestro
rechazo definitivo a los proyectos extractivos y mega represas hidroeléctricas
que se expanden de manera caótica y violenta en nuestros territorios.
Es
indispensable una refundación de nuestro sistema político y de las leyes, que
en este momento respaldan este modelo económico. Una de las manifestaciones más
duras y difíciles de ello es la criminalización de las protestas y la represión
por las fuerzas estatales, que puestas al servicio de las empresas ha costado
la vida de decenas de personas, ha permitido el enjuiciamiento de cientos de
dirigentes/as sociales y el encarcelamiento y la persecución de muchos de
ellos, como ocurre con nuestros hermanos Awajun y Wampis que defendieron la
amazonía y con los pueblos que defienden las aguas. Es hora de recuperar
nuestra democracia, para que se respeten nuestros derechos como pueblos y
ciudadanos.
Si
bien, reconocemos los avances de nuestras luchas, en términos de propuestas,
decisiones colectivas y en territorios como Cajamarca en construir legítimas
representaciones políticas, también reconocemos que aún hay mucho por hacer
para fortalecer nuestras organizaciones a nivel local regional y nacional. Para
ello creemos importante avanzar en las estrategias de articulación entre
nuestras luchas, para que nuestras resistencias locales y la autodeterminación
en nuestros territorios puedan juntar fuerzas para transformar al país.
Para
ello acordamos:
NUESTROS
ACUERDOS
1)
Ratificamos
los acuerdos del Primer Encuentro Internacional de los y las Guardianes de las
Lagunas, realizado en El Tambo (Bambamarca-Hualgayoc) los días 4, 5 y 6 de
agosto, y nos comprometemos con el cumplimiento de sus acuerdos.
2)
Ratificamos
nuestro compromiso con la defensa de la vida, de nuestros territorios y de la
Madre Tierra, con la construcción del buen vivir para los pueblos y un modelo
de desarrollo propio, justo y sustentable. En consecuencia, ratificamos nuestra
decisión de no permitir la realización de proyectos extractivos (minería,
hidrocarburos, megarepresas y otros) que atentan contra nuestra seguridad en
salud, medio ambiente y soberanía alimentaria.
3)
Nos
reafirmamos en nuestra identidad y derechos como pueblos originarios, como
comunidades campesinas, rondas campesinas, urbanas y pueblos quechuas, aymaras
y amazónicos, con el derecho a la autonomía y jurisdicción propia, y con
derecho a determinar nuestra forma de vida mediante el derecho consuetudinario
y el buen vivir (tajimat / tarimat pujut; sumaq kausay; sumaq qamaña).
4)
Nos
solidarizamos y respaldamos la lucha del pueblo de Cajamarca en contra de la
actividad minera; así mismo, con los 52 procesados por el Baguazo.
5)
Llamamos
a la organización y la participación de la Gran
Marcha Nacional de los Pueblos por la Justicia Ambiental y Climática y la
Protección y Liberación de los Defensores y Defensoras de la Madre Tierra,
hacia Lima, para participar en la Cumbre de los Pueblos y exigir el cambio del
sistema para la justicia climática, ecológica y social. Partiremos el 7 de diciembre desde las
lagunas de Conga para llegar el 10 de diciembre a Lima, convocando en el camino
a todos los pueblos que se junten.
6)
Llamamos
a todas las regiones del país a participar de esta gran marcha unitaria, amplia
y reivindicativa, partiendo desde sus regiones para encontrarnos en Lima. También invitamos a las y los ciudadanos del
mundo para que participen activamente de la Gran Marcha Nacional de los
Pueblos.
7)
Convocamos
a la construcción de una red o coordinadora de las luchas sociales frente al
extractivismo en el país, que permita confluir a los movimientos, pueblos
andinos, amazónicos y costeños. Para
ello conformamos una comisión organizadora, que impulsará un proceso de
construcción de este espacio de carácter horizontal, plural y democrático.
8)
Convocamos
a las nuevas autoridades locales, provinciales y regionales afines a los
movimientos sociales, a gobernar desde y con el pueblo. Ello implica la
construcción de mecanismos de participación, consulta, rendición de cuentas y
definición de estrategias compartidas entre las autoridades y las
organizaciones sociales para el buen gobierno y la construcción de mecanismos
de control para evitar la corrupción.
9)
Nos
comprometemos con el fomento y fortalecimiento de la asociatividad de
productores y productoras, en base a una economía justa y solidaria,
alternativa a las actividades extractivas, que sea formalizada y adecuada al
ordenamiento territorial, para la diversificación productiva y la promoción de
la agricultura familiar y comunitaria, la agroforestería y otras actividades
productivas, con manejo ecológico y en armonía con la Madre Tierra.
10)
Reconocemos
la participación fundamental de las mujeres en las organizaciones sociales y en
la construcción de los modos de vida que queremos, como también en respuesta a
las grandes afectaciones del capitalismo extractivista, racista, patriarcal y
sexista sobre nuestras vidas. Por ello,
consideramos fundamental promover la participación y el liderazgo de las
mujeres en condiciones de paridad en todos los espacios políticos, reconociendo
su aporte en la economía, en la política, en la cultura y en el cuidado de la
vida y la soberanía alimentaria.
11)
Por
último, proponemos reconocer y proteger los derechos de las mujeres a vivir sin
violencia a causa de los conflictos socioambientales y de la expansión del
modelo de desarrollo extractivista, como la trata, el acoso sexual, la
violencia sexual, la explotación laboral, la contaminación, la criminalización
de la protesta, el feminicidio, entre otros.
12)
Reivindicamos
y conmemoramos a nuestros heridos y mártires que lucharon por la defensa de la
vida, el agua y el territorio.
13)
Solidaridad
con las luchas de los pueblos del mundo en defensa de la Madre Tierra, el
territorio, el agua y la vida.
NUESTRAS
DEMANDAS AL ESTADO:
14)
Exigimos
a las autoridades nacionales e internacionales reconocer que el cambio
climático es síntoma de la crisis de la forma cómo los poderosos han sometido a
la sociedad y la economía mundial, provocando la destrucción de la naturaleza y
la mercantilización de la vida. Por lo tanto, la única respuesta viable para
enfrentarlo es poner fin al capitalismo extractivista, depredador y etnocida,
para restaurar el equilibrio con la Madre Tierra y generar un modo de vida
justo y sostenible.
15)
Derogatoria
inmediata de las leyes del paquetazo anti ambiental, tributario y territorial
(Ley Nro. 30230) y las leyes de la criminalización de la protesta y de la
impunidad que atentan contra la naturaleza, los derechos humanos y la
democracia.
16)
Modificación
de la Ley de Consulta Previa en concordancia con el Convenio 169 de la OIT
suscrito por el Estado peruano, para que realmente permita la autodeterminación
de los pueblos; así como la modificación del Sistema Nacional de Inversión
Pública para que permita promover la agricultura familiar comunitaria y otras
actividades productivas sostenibles.
17)
La
aprobación de las propuestas de ley para la protección de las cabeceras de
cuenca y ecosistemas frágiles, para la prohibición del uso de cianuro y
mercurio, y el de derecho humano al agua, planteadas en la Marcha Nacional por
el Agua, así como la propuesta de ley de la Plataforma de Ordenamiento
Territorial en esta materia, y de la propuesta de ley marco frente al cambio
climático de la Cumbre de los Pueblos.
18)
Que
cese la violencia, criminalización y toda forma de persecución o
estigmatización de nuestros compañeros y compañeras que luchan por los derechos
sociales y ambientales colectivos e individuales dentro de nuestros
territorios. Que se repare y haga justicia a los cientos de afectados por la
represión de las fuerzas del orden del Estado, puestas al servicio del gran capital.
19)
Inmediata
libertad para los defensores y defensoras de la Madre Tierra, la vida y de los
derechos de los pueblos, injustamente enjuiciados y encarcelados en todo el
país.
20)
Respeto
a la voluntad de los pueblos, claramente expresada en manifestaciones, asambleas, elecciones y
consultas vecinales y comunales democráticas
en contra de la presencia de proyectos extractivistas en nuestros
territorios.
21)
Cumplimiento
de los acuerdos y compromisos asumidos por el Gobierno Central en los procesos
de mesas de diálogo implementados en diferentes partes del país, como en
Espinar, Moquegua, Arequipa y otros.
22)
Revisión
del proyecto del gaseoducto del Sur Peruano, priorizando los intereses
nacionales y asegurando que los beneficiarios principales sean los pueblos
dueños del gas y no las transnacionales.
23)
Cese
de la expansión de las actividades extractivas en el país y, además, que
aquellas empresas que han operado u operan actualmente y que han generado daños
ambientales y sociales, sean obligadas a la reparación económica, social y
ambiental a los pueblos y comunidades afectadas.
24)
Exigir
al Fiscal de la Nación y al Congreso de la República la creación de una
comisión de investigación y sanción por la evasión de impuestos por parte de
las empresas extractivas; concretamente, la evasión de impuestos por parte de
la empresa Minera Yanacocha.
25)
Que
los gobiernos locales, regionales y nacional orienten la inversión pública
municipal y regional para impulsar la asociatividad y la mejora de la
producción diversificada, para una economía justa y solidaria, generando
cadenas productivas que permitan fortalecer el desarrollo del mercado interno,
asegurando la soberanía alimentaria. Que
impulsen políticas de defensa y protección de los recursos hídricos y del
patrimonio cultural, el apoyo a la agricultura y la ganadería familiar y
comunal sustentable, el ecoturismo, el turismo vivencial, las energías
renovables, la conservación, recuperación y aprovechamiento sostenible de la
biodiversidad, respetando la pluriculturalidad del país.
26)
Realización
de inventarios hídricos, procesos de ordenamiento territorial participativos,
políticas de gestión y protección ambiental y de una genuina política de
consultas y plebiscitos para que los pueblos podamos decidir sobre nuestros
territorios y defender nuestro derecho al buen vivir.
Planteamos
el fortalecimiento de los procesos de descentralización frente a la
reconcentración del poder y las decisiones políticas y económicas de los grupos
de poder. Trabajaremos por la
refundación de la política en el país, para el surgimiento de una nueva
institucionalidad del Estado, descolonizando y despatriarcalizando todas las
relaciones sociales, políticas y culturales, buscando la armonía con la Madre
Tierra y entre los pueblos.
¡PERÚ, TE QUIERO,
POR ESO TE DEFIENDO!